The Fellowship of the Ring (La comunidad del anillo, en español) es el primer tomo de The Lord of the Rings (El señor de los anillos) del escritor británico J. R. R. Tolkien. Leí una edición en inglés publicada por Harper Collins.
Esta es la sinopsis de la primera entrega:
En la adormecida e idílica Comarca, un joven hobbit recibe un encargo: custodiar el Anillo Único y emprender el viaje para su destrucción en la Grieta del Destino. Acompañado por magos, hombres, elfos y enanos, atravesará la Tierra Media y se internará en las sombras de Mordor, perseguido siempre por las huestes de Sauron, el Señor Oscuro, dispuesto a recuperar su creación para establecer el dominio definitivo del Mal.
El señor de los anillos, en realidad, no es una trilogía, sino una novela que, por ser muy larga, se publica en tres tomos: La comunidad del anillo, Las dos torres y El retorno del rey. Es la secuela de la novela El hobbit, fue escrita por etapas entre 1937 y 1949 (sí, al autor le llevó doce años escribir esta obra monumental) y se publicó por primera vez en el Reino Unido entre 1954 y 1955.
La comunidad del anillo se divide en dos partes (el libro 1 y el libro 2). En el libro 1, los protagonistas son los hobbits: primero Bilbo y, luego, Frodo. Esta parte es introductoria y entramos en el fascinante mundo creado por el autor. Si bien no hay mucha acción, de todos modos logré engancharme con la historia. En el libro 2, tenemos mucha acción y es la parte que más disfruté ya que aquí se forma la comunidad del anillo, un grupo de personajes variados que se reúnen para viajar juntos y cumplir con una misión. Tenemos cuatro hobbits (Frodo, Sam, Pippin y Merry), dos hombres (Aragorn y Boromir), un elfo (Legolas), un enano (Gimli) y un mago (Gandalf). Me encantó esta mezcla de seres y cómo se fueron relacionando y haciendo amigos.
Hasta ahora, mi personaje preferido es Sam. Ojalá todos pudiéramos tener un amigo incondicional como él, pero también me gusta Aragorn, que tiene pasta de líder y héroe. Otro personaje para destacar es Gandalf, con su gran sabiduría. Con respecto a Frodo, me gusta como personaje principal ya que es un especie de antihéroe o héroe inesperado que debe cumplir con una gran misión.
Una de las cosas que más me impresionó al leer este libro es el wordbuilding. Siento que el autor nos da una masterclass sobre cómo crear mundos de ficción. Pensó en todos los detalles, hasta en los más mínimos. Incluso creó idiomas para los distintos seres que aparecen en la novela. También me gustaron las canciones y los poemas que suelen recitar los personajes, y pienso en lo complejo que deber ser traducir una obra como esta: hay prosa, poesía, palabras inventadas...
No sé por qué demore tanto en leer este libro. Hace unos años leí El hobbit en español y, por supuesto, vi las películas cuando salieron, tanto las de El señor de los anillos como las de El hobbit, pero nada se compara con la experiencia de leer esta trilogía en el idioma original porque se puede apreciar mejor el gran trabajo literario y lingüístico del autor.
El final me dejó superenganchada con la historia y enseguida comencé a leer The Two Towers, la segunda parte. Creo que este libro es un must-read para quienes aman la literatura fantástica. Es un gran clásico que hizo que creciera este género. Un libro que no pierde vigencia a pesar de haber sido escrito hace varias décadas.
Como dije antes, me gustaron mucho las canciones y las poesías que aparecen en esta novela. Les dejo este fragmento que se me pegó y que todavía resuena en mi mente.
All that is gold does not glitter.
Not all those who wander are lost.
The old that is strong does not wither.
Deep roots are not reached by the frost.
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