domingo, 26 de marzo de 2017

Reseña: Ese ancho río entre nosotros (Gabriela Margall)


Hoy les traigo otra entrada de la iniciativa #AdoptaUnaAutora. Como les conté en el mes de enero, yo adopté a Gabriela Margall, una escritora argentina de novelas histórico-románticas. En la entrada de enero presenté su biografía. Ahora es el turno de hacer una reseña. Se trata de Ese ancho río entre nosotros, la última novela que publicó esta escritora.

En la contratapa del libro encontramos la siguiente sinopsis:

Corre el año 1801. La silueta de Buenos Aires se dibuja y se recorta contra el cielo celeste, blanco y gris. Algunas esclavas negras están machacando la ropa contra las toscas del río, se mueven, se ríen y hablan, mientras los hermanos Balboa -Don Andrés y Doña Soledad- desembarcan en sus costas llenos de sueños e ideas liberales.
Andrés ha dejado atrás Sevilla para llegarse hasta el fin del mundo, Buenos Aires, la tierra que lo vio nacer. Está dispuesto a hacer lo que haga falta para conquistar a la pacata y selecta sociedad porteña y hacerse rico. Incluso casarse con una niña mujer, Martina Álvarez; incluso querer enamorarla y enamorarse. Pero nadie le ha dicho que eso a veces puede resultar tan difícil como acortar las distancias entre las dos orillas del Río de la Plata. Ese Río ancho y marrón que su pequeña Martina tanto ama, ese Río que sabe qué razones la vuelven oscura e inalcanzable.

La novela está narrada en tercera persona desde diferentes puntos de vista, pero principalmente desde los puntos de vista de Martina y Andrés. El libro se lee rápido ya que no es muy largo (280 páginas) y los capítulos son cortos. Enseguida me enganché con los personajes. Es importante destacar que se nota que la escritora es historiadora porque la reconstrucción histórica es perfecta. Gabriela Margall nos hace viajar en el tiempo y conocer cómo era Buenos Aires en 1801, como era la vida cotidiana de las personas de esa época, ese tipo de cosas que no aparecen en los libros de historia que usamos en la escuela.

Martina es una chica inocente que a través de la novela va creciendo junto a su marido que es bastante mayor que ella (al momento del casamiento, Martina tiene 14 años mientras que Andrés tiene 30). Esto era algo muy común en esa época. Tengamos en cuenta que San Martín tenía 34 años cuando se casó con Remedios de Escalada, que solo tenía 15. En esa época no existía la adolescencia; una vez que una chica tenía la primera menstruación automáticamente ya era considerada una mujer casadera.

Andrés me gustó mucho porque es muy buena persona y trata de manera excelente a su joven esposa. Es lo opuesto a Don Rodrigo, el padre de Martina, que es un hombre misógino y violento. Mi personaje preferido es, sin lugar a dudas, mi tocaya Soledad, la hermana de Andrés, una mujer adelantada para la época. Si yo hubiera vivido en 1801, seguramente me habría comportado como ella. Otros personajes que me gustaron fueron Paquita, la esclava de Martina; Leonardo, el mayordomo de los hermanos Balboa; y Juan, el hermano de Martina y quien también sufre el maltrato paterno.

Como la novela está más centrada en el romance que en la historia, hay varias escenas hot, pero están narradas con elegancia y fineza. Si bien Ese ancho río entre nosotros es una típica novela romántica, también toca temas importantes que la vinculan con nuestro presente, como la violencia doméstica. Además, vemos lo pacata que era la sociedad de entonces con respecto a la sexualidad femenina y lo común que era en esa época el casamiento por conveniencia. Los padres elegían las parejas de sus hijos sobre la base de alianzas comerciales. Las mujeres eran tratadas como bienes y se las consideraba seres inferiores.

Me quedé con ganas de saber más sobre Juan y Micaela y, en especial, sobre Leonardo y Soledad. Me encantaría que Gabriela Margall escribiera más adelante novelas sobre estos personajes, pero no sé si su idea será hacer una saga o no. Recomiendo este libro a todas aquellas personas que adoran las novelas románticas, pero que también están interesadas en la historia de nuestro país.

sábado, 18 de marzo de 2017

Reseña: La Navidad de Johanna (Johanna Basford)



Hoy les traigo la reseña de otro libro de arteterapia de Johanna Basford, mi ilustradora preferida. Como su título lo indica, en La Navidad de Johanna encontramos imágenes navideñas para colorear. En total, hay 37. La mayoría de los dibujos están impresos en la página impar, por lo tanto, después de pintarlos (o antes) podemos sacarlos y encuadrarlos o regalarlos. También hay algunas imágenes que ocupan dos páginas.

Las imágenes son variadas. Hay muchos animales: abundan los pájaros y los renos. También hay un oso, un búho, un conejo y un caballito de madera. Además de animales, hay una gran cantidad de plantas y flores, como en todos los libros de Johanna. Por supuesto, hay varios árboles de Navidad. Tampoco faltan bellos mandalas navideños llenos de detalles. Otros motivos que hay en el libro son juguetes, casas, copos de nieve, cajas de regalos y adornos del árbol de Navidad. Al final del libro, hay una página para probar los colores. Se llama Página de paleta de calibración de color.

El libro me lo autorregalé en diciembre del año pasado y comencé a pintarlo en la semana de Navidad. Durante enero y febrero también pinté varios dibujos, pero ahora paré y pienso reanudar a principios de diciembre de este año. Mi idea es reservar el libro para la temporada navideña e ir pintándolo de a poquito, así que me va a llevar varias Navidades terminarlo.

Es un libro que no defrauda a los fans de Johanna Basford. Mantiene el mismo nivel que los otros libros de esta ilustradora. Mi preferido sigue siendo El bosque encantado (al final de la entrada les dejaré los enlaces de las reseñas de los demás libros de Johanna). A continuación, podrán ver las fotos de las imágenes que pinté hasta ahora. Siempre uso lápices, aunque más adelante, pienso experimentar con fibras. Sin dudas, recomiendo la arteterapia a toda aquella persona que necesite relajarse y creo que cualquier libro de Johanna Basford puede servir para comenzar con esta hermosa actividad creativa y desestresante.









Reseñas de libros de Johanna Basford




sábado, 11 de marzo de 2017

Entrevista a Luis Benítez

Luis Benítez
Hoy les traigo una entrevista que le hice a Luis Benítez, autor de Las ciudades de la furia, libro que reseñé en el blog y que sorteé para el séptimo aniversario de Sol de Echesortu. Pueden leer mi reseña de Las ciudades de la furia aquí.

¿Cuándo y cómo empezaste a escribir?

Comencé a escribir cuentos -unos cuentos horribles- hacia los 12 años. Con uno de ellos, titulado “La Rata Verde”, gané  un concurso literario en la escuela secundaria, a los 14 años. ¡El cuento era malísimo! Luego se despertó mi interés por la poesía, con abundantes lecturas y la experimentación de diversas influencias. Mi primer libro de poemas se publicó en 1980, en Argentina, titulado “Poemas de la Tierra y la Memoria”. Seguí publicando en Argentina y en Chile, España, Estados Unidos, Francia, Italia, México, el Reino Unido, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay, tanto poesía como novelas, ensayos y cuentos. En este momento, febrero de 2017, mi obra literaria en esos géneros abarca 36 títulos. Recibí varios reconocimientos por mi obra, tanto en nuestro país como en el exterior: entre ellos el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París,1991); la Mención de Honor del Concurso Municipal de Literatura (Poesía, Buenos Aires, 1991); el Segundo Premio Bienal de la Poesía Argentina (Buenos Aires, 1992); el Primer Premio Joven Literatura (Poesía) de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); el Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); el Primo Premio Tuscolorum Di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); el Tercer Premio Eduardo Mallea de Narrativa (Buenos Aires, período 1995-1997); el Primer Premio de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); el Accésit 10éme. Concours International de Poésie (París, 2003) y el Primer Premio Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino” (México, 2007). Recibí el título de Compagnon de la Poèsie de la Association La Porte des Poètes, con sede en la Université de La Sorbonne, París, Francia. Asimismo, soy miembro de varias asociaciones culturales, como la Academia Iberoamericana de Poesía, Capítulo de New York, (EE. UU.), con sede en la Columbia University, de la World Poetry Society (EE.UU.); de World Poets (Grecia) y del Advisory Board de Poetry Press (La India). En nuestro país soy miembro activo de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA), de la Asociación de Poetas de Argentina (APOA) y del PEN Club.

¿Qué formación educativa tenés? ¿Creés que para ser escritor es necesario estudiar Letras?

Primaria y secundaria. No es preciso seguir la carrera de Letras para ser autor, aunque tampoco hace daño.

¿Cuáles son tus escritores preferidos?

Dylan Thomas, Jorge Luis Borges, Mark Strand, John Ashbery, Cesare Pavese, Manuel Mujica Lainez, Carson McCullers, Clarice Lispector, Herman Melville, Robert Louis Stevenson, Joseph Conrad. Y siguen las firmas, pero estos son mis “dioses y diosas tutelares”.

¿Qué cosas te inspiran a la hora de escribir?

Los cuentos, las novelas y los poemas surgen de un modo singular, pero que es común para cada género. Primero son una sensación, un sentimiento, algo que ocupa cierto volumen en mi mente, con algún peso específico, y que sigue allí, como un enigma. Yo lo llamo “El Fantasma”. Eso no está hecho de palabras, no tiene forma ni mayor sentido, insisto en que es algo como una sensación. Después estoy mirando la tele, conversando con alguien, leyendo o simplemente pensando, y esa sensación se corporiza, se encarna en una frase, un diálogo posible, que generalmente es el comienzo o el final de la obra; raramente está referido a algo que sucederá en la mitad del cuento, en su desarrollo específico. De esa frase primera se desprenden otras y vienen muchas más, hasta que el cuento, el boceto de novela o el poema tiene un comienzo, un desarrollo posible y un final. Ahí paso al primer borrador, “El Monstruo” lo llamo yo, donde adquiere una forma todavía defectuosa, llena de falencias, pero contiene ese escrito ya la mayoría de las acciones y las características que van a conformar el resultado final. Entonces viene una etapa larga, la de corregir y volver a corregir “El Monstruo” hasta que quedo conforme o simplemente ya no puedo más con el texto y me resigno a que ese es su aspecto final. Pueden pasar meses, en medio de todo esto. Y ese período también puede estar afectado por aportes de la televisión, el cine, el teatro o las lecturas y las interrelaciones que establezco con otras personas. Son factores que van modificando el boceto. Existe una sinergia: la imaginación acentúa los rasgos de la realidad que más me interesan y los datos de esa realidad, presente o pasada, estimulan mi imaginación.

¿Cómo surgió la idea de publicar Las ciudades de la furia?

La licenciada Viviana Rosenzwit, directora de la Colección Ojo Lector, de Moglia Ediciones, tuvo la generosidad de invitarme a presentar un manuscrito, que leyó muy minuciosamente. Me hizo algunas sugerencias muy atinadas, lo mismo que el editor, Leo Moglia. Ellos me ayudaron mucho para que la selección de los relatos quedara conformada como hoy la recibe el lector. Para un autor, contar con editores como ellos es algo magnífico. Me ayudaron a definir el eje urbano, a lo sumo suburbano en algunos de los cuentos, que caracteriza a Las ciudades de la furia. Luego la buena opinión de los lectores, los críticos y los colegas y la buena repercusión que tuvo el libro en las redes sociales terminaron de confirmarme lo acertado de realizar esta edición. También quiero destacar el gran apoyo que para la difusión de Las ciudades de la furia me brindaron los blogueros, que son grandes y generosos colaboradores para nosotros, los escritores argentinos independientes. Vos, Sol de Echesortu, fuiste de las primeras que publicó una reseña sobre mi libro, dándolo a conocer y comentándolo, el 22 de octubre pasado. También lo hicieron, no menos generosamente, Celeste Rearte, de La Calavera Intelectual; Celes, de Un Viaje en Papel; Antonella, de Programando Libros; Lulu, de La Nerd Escondida, por Youtube; Mai, de Fuck The Mundanes; Ana y Marcos, de Un libro es un Mundo Aparte; Santiago, de  El Marcapáginas; Vanina, de Solo Necesito un Libro; Kevin, de Mi Blog de Libros... sin dejar de mencionar a todos los que enviaron sus comentarios a los blogs, interesados en conocer y adquirir el libro y todos aquellos que desde las páginas de revistas electrónicas de Argentina, Venezuela, Colombia, Estados Unidos, España y demás, se hicieron eco de la aparición de Las ciudades de la furia. Pero fueron los mencionados blogueros argentinos los primeros en valorar y comentar el libro, apoyando así a la literatura nacional. ¡Mi mayor gratitud para ustedes!

Los cuentos que más me gustaron de Las ciudades de la furia fueron El inquisidor y Martínez y los abogados. ¿Me podés contar alguna anécdota sobre la escritura de estos dos cuentos?

Sí! El inquisidor está inspirado en un detective de verdad, cuyas oficinas estaban en uno de los pisos de un edificio, en Capital Federal, donde yo alquilaba otra oficina para dictar talleres literarios, allá por los años '80. El sujeto me intrigaba muchísimo, naturalmente, porque yo nunca había conocido a un detective real. Jamás cambié una sola palabra con este sujeto, pero me lo comía con los ojos cada vez que lo veía, en el piso o bien en el ascensor. En cuanto a Martínez y los abogados, Martínez efectivamente también existió, aunque su apellido era diferente. Lo conocí en una isla del Delta, como cuenta el narrador, pero no fue este isleño el protagonista de lo que sucede en el cuento, sino un conocido suyo, que le había contado a Martínez lo de los “abogados”.

Además de ser escritor, ¿tenés otro trabajo?

Soy corrector de textos en una editorial científica de Buenos Aires y colaboro con artículos literarios en varias revistas de América y Europa.

¿Qué consejos le darías a una persona a la que le gusta escribir y quiere hacerlo de manera profesional?

Que ejercite infinitamente su paciencia, porque es una profesión durísima, llena de fracasos y frustraciones, con algunas satisfacciones por aquí y por allá. Que siempre escriba lo que se le antoje, cuando y como se le dé la gana, porque las letras son uno de los pocos campos de libertad que persisten en nuestro tiempo. Que lea cuanto se ponga a su alcance, porque un escritor debe saber algo acerca de todo, de manera de poder hacerse preguntas específicas sobre tal o cual asunto, cuando escribe, y saber también dónde ir a buscar esa información que necesita. Que sea disciplinado: se escribe todos los días, los 365 días del año, así el producto de varias horas de escritura termine en el canasto. Si escribe una página de una novela cada día, solamente una página que contenga 300 palabras, al cabo de un año, cuando llegue Navidad, tendrá sobre su escritorio una novela de 300 páginas. Que sea implacable con lo que escribe y generoso con lo que escriben los demás.

¿Estás escribiendo algo en la actualidad?

Sí, una novela corta. Creo que en unos meses más estará lista. Sucede en la provincia de Mendoza, hace 12 mil años, durante la última Edad del Hielo, cuando existían unos animales increíbles, como el tigre dientes de sable, el megaterio, los mastodontes, gliptodontes y demás gigantes y buena parte del territorio estaba cubierta por glaciares. Además, en Argentina ya se habían establecido los primeros americanos, hordas de cazadores errantes. La protagonista de la novela es justamente una chica que pertenece a uno de esos clanes, el Clan del Pájaro Terrible. Es una novela de aventuras, con protagonista femenina. ¡Yo adoro las novelas de aventuras y me encanta escribirlas! En fin, que si todo va bien, ya la leerán este mismo año.

sábado, 4 de marzo de 2017

Reseña: El ciudadano (Florencia L. Ghio)

El ciudadano es una novela de Florencia L. Ghio publicada por Ediciones Deldragón. Llegó a mis manos a través de la gente de Kiako-Anich, quienes me enviaron el libro para que lo leyera y reseñara.

Esta novela nos cuenta la vida de Franklin, un joven peruano que viaja a la Argentina para cumplir su sueño de ser poeta. Además, sueña con ganar dinero para ayudar a su familia y a su novia, Luz Marina, que viven en Perú. Para lograr su cometido, hay algo muy importante que ansía Franklin: obtener la ciudadanía argentina. 

El periodo histórico que comprende esta novela es la época de la convertibilidad, a fines de la década del noventa. Al principio, Franklin trabaja como mozo y vive en una pensión. A lo largo de su estadía en nuestro país, conoce gente buena que lo ayuda, pero también gente mala que lo discrimina. Un día, Franklin va a iniciar el trámite para obtener la ciudadanía y se encuentra con unos gestores que afirman poder tramitarla en un corto plazo de tiempo a cambio de una suma considerable de dinero. Franklin decide juntar plata para lograr su propósito, pero las cosas no salen como pensaba.

La novela consta de 52 capítulos cortos que se reparten en 4 partes y está narrada en tercera persona desde el punto de vista de Franklin, Luz Marina y Aleida. Mi personaje preferido es Aleida, una abogada que ayuda a Franklin cuando las cosas se complican. Aleida es una abogada que siente pasión por su trabajo, que se involucra. Se nota que estudió Abogacía por vocación, no para ganar dinero. Otro personaje que me gusta es Darío, el amigo colombiano de Franklin, que siempre lo apoya y contiene, Amanda, la dueña de la pensión, es otro personaje querible. Al principio es fría con Franklin, pero luego cambia y se convierte casi en su madre adoptiva. El personaje de Luz Marina me dio mucha tristeza ya que le pasan cosas horribles y me dejó pensando en la cantidad de chicas que sufren lo mismo que ella. Con respecto a Franklin, es imposible no encariñarse con él. Desde el principio, sentí empatía porque a mí también me gusta escribir, aunque no poesía. Franklin es un muchacho bueno, que trabaja y se esfuerza por alcanzar lo que desea, y que sigue adelante, a pesar de que las cosas salgan mal.

La novela es muy realista y si tuviera que clasificarla diría que no es una novela policial, sino una novela judicial ya que nos muestra que la justicia en Argentina y en el resto de América Latina es injusta y burocrática. El ciudadano también nos muestra la realidad de la vida cotidiana en la cárcel, por lo que por momentos es muy cruel. También se tocan temas espinosos, como el abuso sexual. 

El ciudadano es una novela ideal para un público adulto que gusta de las historias realistas. Lo que le pasó a Franklin le puede pasar a cualquier inmigrante. Se nota que la escritora es abogada y conoce bien el tema. Me imagino que debe de haber conocido muchos casos similares al de Franklin que la habrán inspirado a escribir esta novela. Si bien el libro es triste y cruel, también nos muestra la solidaridad entre las personas, en especial, entre los inmigrantes. El ciudadano nos deja con la sensación de que no todo está perdido, que todavía queda gente buena en el mundo, aunque, también es cierto, hay mucha, pero mucha gente mala y la justicia suele ser más injusta que justa.