Hoy les traigo la reseña de Cuaderno del pirómano, una novela del joven escritor argentino Agustín Campos. Este libro llegó a mis manos gracias a Kiako-Anich, que me envió el ejemplar de forma gratuita para que lo reseñe en el blog.
En la contratapa del libro podemos leer la siguiente sinopsis:
El protagonista de Cuaderno del pirómano anticipa y lleva consigo todo el malestar que muchos callan y esconden. Un joven que camina al borde sin pensar en el precipicio. Su único escape son las anotaciones de un cuaderno azul que un viejo suboficial de policía encuentra en el bolsillo de su campera. A través de él, el policía ingresa en la mente del narrador y se encuentra en un submundo repleto de pensamientos que registran la insatisfacción, el agobio, y la cordura disfrazada. "Todas las profecías pesimistas acerca de que el mundo se volvería un lugar totalitario e insoportable se habían cumplido" dice Costas en su cuaderno. ¿Será el verdadero Costas el que lo dice o es el producto de un entorno lleno de monstruos sin piedad? Durante todo el relato el lector, de la mano del suboficial Ibarraguirre, sacará sus conclusiones que llevarán a nuestro protagonista a juicio final.
Cuaderno del pirómano es una novela muy corta que leí en una tarde, ya que solo tiene 86 páginas en total, y cada capítulo tiene, en promedio, tres o cuatro páginas. Con respecto a la estructura del libro, nos encontramos con una breve introducción, narrada en tercera persona desde el punto de vista del suboficial Ibarraguirre, mediante la cual nos enteramos que alguien incendió un edificio y que no opuso resistencia cuando la policía lo detuvo. Se trata de Nicolás Costas, un joven argentino que tiene un cuaderno azul, una especie de diario donde anota lo que piensa y siente, además de distintas anécdotas de su vida y algunos poemas. Luego de esta introducción, tenemos acceso al contenido del cuaderno azul, que es leído por Ibarraguirre. Por último, volvemos a la tercera persona para conocer el final del libro.
Cuando comencé a leer la novela, no pude evitar acordarme de El guardián entre el centeno de Salinger, y justo, unas pocas páginas más adelante, se nombra este libro y se dice que la gente pensaba que Nicolás se parecía al protagonista del libro, Holden Caulfield, opinión con la que concuerdo totalmente. Nicolás es un Holden argentino crecido bastante desencantado de la vida y las personas. Cuando me di cuenta de qué edificio había incendiado Nicolás, pensé que esta acción es una fantasía de muchas personas, sobre todo adolescentes, y es algo que Holden hubiera deseado hacer.
Cuaderno del pirómano no es una novela tradicional. Nos muestra los pensamientos y las vivencias de Nicolás, que va anotando todo en el cuaderno azul, pero sin ningún orden cronológico. Tal vez algunos lectores sientan que no hay trama, que no pasa nada en esta novela, pero no es cierto. En realidad, pasa de todo y esos datos desordenados son la clave para entender el accionar del personaje principal. El hecho de que la novela sea corta no significa que sea simple, por el contrario, es compleja. De hecho, como es corta, la leí dos veces para poder escribir mejor la reseña y comprender mejor ciertas cosas que no me habían quedado claras en la primera lectura.
Me pregunto si el protagonista es un álter ego del escritor, ya que Nicolás tiene su misma edad y también es escritor. Hay varias referencias a películas, libros y escritores, como Henry Miller. Siento que es una novela ideal para quienes fueron niños en la década del ochenta y adolescentes en la década del noventa porque creo que, al pertenecer a la misma generación que Nicolás, van a comprenderlo mejor. También me parece apropiada para quienes disfrutaron de El guardíán entre el centeno.
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