Este mes elegí un poema de Alfonsina Storni que forma parte de los Seis cantos a Rosario. Fue editado por la Biblioteca Argentina, con la dirección de José Guillermo Bertotto, en 1949.
El Saladillo
Un gran río te ciñe de rojizas barrancas,
por donde grandes buques hallan tus puertas francas.
Pero si aquél es sobrio, grave, fiero, orgulloso,
otro pequeño y fino te sirve de reposo.
Y, como si quisieran que añoren tu frescura,
se encapricha y se seca, si le da la locura.
Así, pequeño y todo, se da el lujo de darte
bosquecillos de sauce; esto para alegrarte.
En festivas mañanas, bellos adolescentes
vuelan sobre canoas livianas, imprudentes,
y sus camisas blancas contrastan con el verde
césped de las orillas que en el agua se pierde.
Bajo el golpe del remo, corta el agua la quilla
y tiemblan las canoas suspensas en la orilla.
Empleados, estudiantes de pesada semana
remando alegremente se pasan la mañana.
Pintoresco, repleto, va llegando el tranvía
donde vienen familias a pasar el día.
Bajo los verdes sauces tienden blancos manteles
y sacan de sus cestas botellas y papeles.
Toman mate, se acuestan para dormir la siesta,
que duermen si el vecino pic-nic no los molesta.
¡Algazara de obreros, empleados, costureras
juveniles, alegres, bulliciosas, parleras!
Cuando la noche llega los tranvías no alcanzan
para tantos, y a saltos, a su encuentro se lanzan.
Tímidas, las mujeres, se quedan rezagadas
y esperando su turno conversan agrupadas.
Requiebros maliciosos las suelta el muchachote
que va en la plataforma, y ellas le ponen mote.
Lloran los chiquilines, somnolientos, cansados,
y los padres los cargan, contentos, resignados.
Y la masa flotante, planchada, dominguera,
no se acuerda que el lunes de trabajo la espera.
Este poema lo leí en una serie de fascículos que editó en 2004 el diario La Capital. La serie se llamaba Rosario Ilustrada: Guía literaria de la ciudad y traía poemas, cuentos y fragmentos de novelas que transcurren en Rosario. Me gusta este poema por la musicalidad de la rima consonante que tienen estos versos pareados (me hacen recordar las rimas de las canciones infantiles). Siento que mientras leo este poema, viajo en el tiempo y por unos instantes soy testigo de la vida cotidiana de los rosarinos de hace más de cien años atrás.
Alfonsina Storni es una poetisa argentina muy conocida. Nació en Suiza en 1892 y, a los cuatro años de edad, vino a vivir a Argentina junto con su familia. Vivió en varios lugares de nuestro país, entre ellos, la ciudad de Rosario. Y para más exactitud vivió en Echesortu, mi barrio. Según se puede leer en esta publicación del Ente Turístico de Rosario, "Alfonsina escribió sus primeros poemas justamente en su casa de Echesortu, en la esquina de Mendoza y Constitución; pasaba los veranos rosarinos en la casona de Avellaneda que pertenece al Atlantic Sportsmen Club; y se inspiró en el viejo ombú de la quinta San Pedro (un espacio de producción de verduras y hortalizas, y de reunión que funcionó hasta entrada la década del 30) para escribir su poema Anhelos".
Alfonsina Storni |
Entre las obras de Alfonsina se destacan los libros La inquietud del rosal, Ocre, Mundo de siete pozos y Mascarilla y trébol. Storni pertenece al movimiento posmodernista y sus poemas se caracterizan por una visión feminista. Alfonsina fue una adelantada a su época, una mujer rebelde y valiente. Desempeño varios trabajos, por ejemplo, fue actriz y maestra. Además, fue madre soltera, algo muy mal visto por esos años. Lamentablemente, esta talentosa escritora decidió quitarse la vida en Mar del Plata, el 25 de octubre de 1938, cuando contaba con 46 años.
Les dejo un enlace a una entrevista a Alejandro Storni, el
hijo de Alfonsina, donde relata momentos importantes de su vida y de la de su
madre: http://sepaargentina.com.ar/?p=1244
URL de la imagen: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/ea/AlfosinaStorni.jpg
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