Una gran cantidad de personas desconoce la diferencia entre traductor e intérprete. Es muy común que cuando le cuento a la gente que estudio traducción me digan: "¡Qué lindo! ¡Vas a poder conocer a las celebridades de Hollywood!". Es decir, que todos me imaginan en una conferencia de prensa traduciendo a un famoso; pero eso no es lo que voy a hacer cuando me reciba.
La principal diferencia entre traductor e intérprete es que el primero traduce textos escritos mientras que el segundo trabaja de manera oral.
Para ser traductor se requiere una muy buena comprensión de texto y una excelente redacción. En cambio, para ser intérprete hay que ser hábil en la comprensión auditiva y en la expresión oral.
Por otra parte, el traductor puede revisar la traducción varias veces e investigar sobre el tema a medida que trabaja. El intérprete, en tanto, debe investigar antes de trabajar y no puede corregir lo que dice, ya que tiene que tomar decisiones rápidamente.
Personalmente, me parece más difícil el trabajo del intérprete porque requiere un mayor conocimiento de ambos idiomas (debe ser completamente bilingüe). También lo considero más estresante debido a que no puede volver atrás o resolver sus dudas.