En una
entrada anterior les hablé sobre el fenómeno de la autopublicación de libros en Argentina. Para escribir esa entrada, entrevisté a cinco escritores argentinos. Hoy comparto con ustedes la entrevista que le hice a
Nathalia Tórtora.
¿Por qué decidiste autopublicar tus libros?
Siempre me gustó escribir casi tanto como leer. Desde muy chica fui participando en varios talleres literarios y clubes de lectura; sin embargo, la idea de publicar mi primera novela no fue mía, sino una sugerencia por parte de otros escritores independientes. Admito que ni siquiera consideré la posibilidad de probar suerte con las grandes editoriales porque no consideraba que mis textos fuesen a interesarle a nadie. Afortunadamente, estaba equivocada. Continuamente recibo pedidos de copias para reseñas, o reseñas de gente que se encontró con mi libro por casualidad, personas que me dicen que alguien les recomendó la novela y cosas así.
¿De qué forma autopublicaste tus libros? ¿A través de una editorial, alguna plataforma en especial?
Mis libros independientes los autopublico primero por Amazon y Hesiodo (tanto en sus ejemplares físicos como digitales). Ambas plataformas imprimen por demanda; en otras palabras, cuando alguien compra el libro, ellos lo imprimen y lo llevan al correo. Lo bueno de utilizar este medio es que no necesito una inversión inicial que muchas veces los escritores independientes no poseemos. Pero sé que esto tiene sus desventajas. Por un lado, porque el precio de los libros de Hesiodo es bastante alto; mientras que los libros de Amazon —que son económicos y de excelente calidad— no llegan a Argentina por problemas de aduana. Además, no todos se animan a comprar por internet. Afortunadamente, todas mis novelas las he podido publicar también con pequeñas editoriales independientes como Ediciones De La Grieta y Thelema cuyos precios son accesibles. Lo que más me gusta de estas ediciones es que nada depende de mí. No debo preocuparme por hacer mi propia portada o diagramar el interior en mi casa; publicar con una editorial facilita las cosas y mejora la calidad de la publicación.
¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de ser un escritor autopublicado?
La primera desventaja es la falta de distribución. Los libros autopublicados no llegan a las librerías ni tienen publicidad en ningún lado. Los lectores no saben de la existencia de un montón de libros independientes que seguramente les encantarían. Y aunque los conocieran por verlos en algún blog, no los podrían conseguir porque no están en librerías. Esto es un problema especialmente para quienes nos dedicamos a escribir literatura juvenil. El adolescente promedio no tiene la posibilidad de comprar online o de viajar de una ciudad a otra por un libro. Otra gran desventaja es el tema de la calidad del libro. Muchos escritores independientes se enorgullecen porque corrigen sus propios libros y hacen sus portadas e interiores ellos mismos, sin embargo, en la mayoría de los casos se nota la falta de profesionalidad y calidad. Y esto, lamentablemente, ahuyenta a los lectores que están acostumbrados a ciertos estándares de diseño y calidad que muchos escritores no manejan (márgenes, tipos de letra, colores, formato de párrafos, etc). Pero no todo es negativo. Una de las ventajas de ser independiente es que nadie te corre con fechas de entrega o con qué es lo que deberíamos estar escribiendo. Un escritor independiente tiene la posibilidad de experimentar nuevos géneros, tomarse su tiempo, encajonar proyectos para más adelante y manejar sus horarios como prefiera. Además, el escritor independiente es dueño de su obra y puede publicarla cuantas veces quiera con distintas editoriales o servicios de impresión porque es dueño de sus propios derechos. Otro detalle interesante es que al publicar con Amazon o Hesiodo, el autor puede modificar o corregir su libro si fuese necesario. Por ejemplo, si encuentra un acento faltante, el escritor puede agregarlo y se modificará en las siguientes impresiones. De esta forma, el libro está en constante mejora y cada venta tiene mayor calidad que la anterior. Algunos quizás piensen que esto es “hacer trampa”, como me lo han comentado algunos lectores en el pasado, pero yo creo que en realidad es un factor que ayuda al crecimiento del escritor que aprende de sus propios errores. Además, ¿a quién no se le pasa un error de vez en cuando? Incluso quienes corrigen libros para grandes editoriales suelen tener ciertos deslices.
¿Te gustaría que una editorial conocida publique tus libros alguna vez?
Sí y no. Lo he pensado muchas veces, pero no logro tomar una decisión al respecto. Me encantaría que mi obra llegara a muchas más personas, así que por ese lado creo que sería excelente si una editorial reconocida decidiera publicar mis novelas porque siento que tengo un estilo peculiar que no es tan común, pero que le resultaría interesante a varios lectores —puedo estar equivocada—. Al mismo tiempo, me gusta la libertad para hacer lo que quiera con mis textos. Creo que sería interesante tener una novela publicada a gran escala, con buena repercusión y que gracias a esa sola novela los lectores pudiesen llegar a todas las demás, que seguirían siendo independientes. Es un sueño un tanto utópico, pero uno nunca sabe qué le depara la vida. Lamentablemente, dudo que algo como eso suceda. Las editoriales conocidas (al menos las de habla hispana) le cierran la puerta a los escritores incluso antes de leer sus textos. Son muy pocas las editoriales que tienen opción para enviar un manuscrito, y en general no responden nunca. Por lo que me han contado editores que trabajan en empresas como esta, los manuscritos ni los miran salvo que necesiten nuevos títulos porque no tienen demasiadas publicaciones programadas para el resto del año. Me gusta más el sistema de USA en el que los escritores le envían sus manuscritos a editores que de forma gratuita los leen y evalúan. Si el editor considera que el libro vale la pena, se firma un contrato por el cual si el libro es publicado en menos de cierta cantidad de tiempo, el escritor cobra el 60% de las ganancias y el editor el resto. De esta forma el escritor no debe poner una inversión inicial y el editor es quién negocia con grandes editoriales. Soñar es gratis, así que entre lo positivo y lo negativo, digamos que me gustaría que en algún momento una editorial conocida publicara alguna de mis novelas, aunque dudo que eso suceda.
¿Estudiaste alguna carrera relacionada con la escritura? ¿Participaste de talleres literarios?
Soy licenciada en Museología y Gestión del Patrimonio Cultural, una carrera que no tiene que ver directamente con la escritura pero que me brindó muchísimas de las herramientas que he utilizado en mis novelas en cuanto a conocimiento sobre arte, historia y la ciudad de Buenos Aires. He participado en varios talleres literarios, especialmente en Ramos Mejia (donde estudié hasta terminar el secundario) y en clubes de lectura.
Antes de publicar tus libros, ¿utilizás los servicios de algún corrector literario?
Desafortunadamente no tengo el dinero para realizar la inversión de contratar a un profesional. Sin embargo, luego de darle un par de lecturas por mi cuenta, envío mis textos a una conocida que es licenciada en Periodismo (que también es escritora independiente) para que le dé a mis textos la corrección final. Confío en ella más que en las editoriales independientes que muchas veces ofrecen servicios pagos de corrección por personas que no tienen ni la experiencia ni el conocimiento para ello.
En la actualidad, ¿estás escribiendo alguna obra que te gustaría publicar más adelante?
Actualmente estoy trabajando en dos proyectos. El más importante es mi nueva novela juvenil titulada “Purgatorio, el ocaso de la melancolía” que la estoy subiendo a Wattpad para que los lectores puedan disfrutarla de forma gratuita. Una vez que la novela esté terminada y corregida, posiblemente la publique en papel. Además estoy en tratativas con una ilustradora para realizar una antología de cuentos sobre Buenos Aires y sus excentricidades.
¿Qué consejos le darías a una persona a la que le gusta escribir?
Antes de empezar, me gustaría aclarar que uno puede escribir para sí mismo o para otros, aunque en la mayoría de los casos los autores hacemos ambas cosas al mismo tiempo. Con esto dicho, si escriben para ustedes y no tienen intención de publicar los textos, hay muy pocos consejos que pueda darles porque los escritos personales no deben atenerse a muchas de las reglas comerciales o socialmente aceptadas. Dejando eso en claro, si ustedes escriben con la intención de llegar a otras personas, hay varios factores a tener en cuenta. Por ello, me gustaría darles tres recomendaciones. Primero que nada, es válido decir que lo más importante a la hora de escribir es tener una buena idea, pero con eso no basta. Para poder escribir algo que otras personas leerán, es importante aprender ciertos conceptos gramaticales que no te enseñan en la escuela. Tienen que ponerse a estudiar reglas de acentuación muy específicas, estilos y puntuación para casos especiales. Además, yo recomiendo siempre ser organizados, tener un hilo que seguir, un listado de nombres de personajes y lugares con sus descripciones básicas y cosas así, para evitar contradecirse. A veces pasa que crean al personaje JUAN y dicen que es rubio, pero no aparece más hasta el capítulo 98 y ahí se olvidaron de todo y dicen que JUAN es pelirrojo. Hay que tener mucho cuidado con eso. Otro gran consejo es que acepten críticas. Muchas veces me pasa de estar en internet y encontrarme con textos de algún autor independiente que a pesar de ser interesantes, tienen errores de sintaxis o de puntuación en diálogos, y cuando uno les dice “La historia es interesante, pero tendrías que cambiar tal o cual cosa porque así está mal y podría quedar mucho mejor si lo corrigieras”, la respuesta de los escritores es “No sé, es mi estilo así”. Y un error no es una cuestión de estilo. Si algo está mal, está mal. A nadie le gusta que le corrijan lo que hace, pero hay que estar abiertos a recibir críticas, especialmente cuando están destinadas a mejorar un texto. Y lo más importante: lean. Lean mucho, todo tipo de libros. Juveniles, policiales, románticos, clásicos. Entre más lean más van a aprender y mejor van a poder escribir. Si lo único que leen son —por ejemplo— novelas románticas, cuando quieran escribir sobre una escena policial no van a tener ni idea de dónde empezar. Escriban una página por cada diez libros que lean. Lean autores consagrados e independientes, clásicos y modernos. Lo que está de moda y lo que no. Un poco de todo. Les aseguro que van a aprender más con sus lecturas que con cualquier taller literario o manual de gramática.
Pueden encontrar a Nathalia Tórtora en los siguientes sitios: