Hoy les traigo la reseña de La chica del tren de Paula Hawkins. Aunque compré este libro en 2015, cuando lo publicaron en Argentina, recién este mes lo leí. Mi lista de pendientes es enorme. Creo que lo más apropiado sería calificarla de infinita porque la velocidad con la que compro libros es mayor que la velocidad de mis lecturas. Prepárense para la semana que viene que voy a publicar una nueva entrega de In My Mailbox, donde bato mi récord de libros adquiridos.
Rachel es una treintañera fracasada. Se divorció hace un tiempo de Tom, que la cambió por Anna. Rachel todavía no logró superar esto. Siempre quiso ser madre, pero no pudo quedar embarazada. Comenzó a beber y se convirtió en alcohólica. Aunque está divorciada de Tom, sigue usando su apellido de casada y, aunque perdió su trabajo, sigue tomando el tren todos los días para simular ante su amiga Cathy, que le alquila una habitación, que continúa trabajando normalmente. Durante el recorrido del tren, siempre pasa delante de la casa donde vivió con Tom y en la cual vive en la actualidad Tom con su nueva esposa y la pequeña hija de ambos. En la misma cuadra vive una pareja que parece perfecta, que Rachel bautiza como "Jess y Jason" y a los cuales idealiza. Hasta que un día Rachel ve algo que la hace dudar de la felicidad de esta pareja ideal. Luego, un hecho misterioso ocurre y Rachel siente que sabe algo y que podría ayudar a descubrir la verdad. Todo esto es el comienzo de la novela; no les estoy espoileando nada.
Me enganché rápido con la historia porque me sentí identificada con Rachel. ¡No piensen mal! No soy una treintañera fracasada ni alcohólica, sino que la novela me hizo acordar a cuando tomaba el colectivo todos los días para ir a la facultad y veía siempre a la mismas personas y a las mismas casas. Entre las personas que siempre veía me llamaban la atención un chico con un leve parecido a Daniel Radcliffe (yo lo llamaba el hermano mayor no reconocido de Harry Potter), un chico que siempre subía al colectivo con un libro y se ponía a leer durante el trayecto (leía clásicos grossos, como El príncipe de Maquiavelo) y una chica que siempre tomaba el colectivo en la Plaza Sarmiento. Su marido o novio siempre la acompañaba, le daba un beso antes de que subiera al colectivo y después se quedaba mirándola un rato mientras ella marcaba la tarjeta y buscaba un asiento libre. Si se sentaba junto a la ventanilla, se volvían a saludar. Parecían la pareja perfecta, pero desde que leí esta novela me pregunto qué habrá sido de sus vidas.
Luego de esta breve digresión, vuelvo a La chica del tren. Es un thriller que me resultó interesante a pesar de que avanza lentamente. La autora nos va dosificando la información. El libro está narrado en primera persona y nos encontramos con los puntos de vista de tres personajes: Rachel, Anna y Megan (la verdadera "Jess"). Predominan los capítulos narrados por Rachel, que se toma muy en serio su papel de investigadora del misterio que involucra a Megan. Creo que Rachel es el personaje que más me gustó ya que es una perdedora querible. Todos los personajes son complejos. Acá no hay buenos: todos tienen algo que ocultar, todos tienen defectos y cometen errores. Me gusta que sean personas comunes y corrientes llenas de imperfecciones.
Mientras leía la novela trataba de adivinar la resolución. Sospechaba de todos. Me parecía que todos podían ser culpables. Eso me parece un acierto de la autora. Más o menos cuando se llega al 80 % del libro, nos damos cuenta de quién es el culpable. Yo hubiera preferido que fuera más tarde. Me gustan más las novelas donde todo se resuelve en el último capítulo. De todos modos, hay un detalle que se revela en los últimos párrafos que sí es sorprendente. Otra cosa que tengo para marcar es que me hubiera gustado saber más sobre el muchacho pelirrojo. Durante la novela hace varias apariciones, pero al final no sabemos más nada sobre él. Pensé que la escritora nos iba a dar más información o que iba a participar activamente en la conclusión del libro.
Una curiosidad sobre la edición que yo tengo: en la tapa dice "Tú no la conoces. Ella a vos, sí". ¿En qué quedamos? ¿Usamos el "vos" o el "tú"? Creo que es un error bastante grave que se le pasó a la editorial. Tal vez fue un error que solo ocurrió en la edición que yo compré porque vi que otras personas tenían la versión correcta: "Tú no la conoces. Ella a ti, sí".
Una curiosidad sobre la edición que yo tengo: en la tapa dice "Tú no la conoces. Ella a vos, sí". ¿En qué quedamos? ¿Usamos el "vos" o el "tú"? Creo que es un error bastante grave que se le pasó a la editorial. Tal vez fue un error que solo ocurrió en la edición que yo compré porque vi que otras personas tenían la versión correcta: "Tú no la conoces. Ella a ti, sí".
Mientras leía la novela, me iba haciendo la película en mi mente. Después vi el tráiler y, aunque Emily Blunt es una actriz excelente, no se parece físicamente a la Rachel de la novela. A pesar de esto, tengo ganas de ver la película para ver si la adaptación es buena.
En resumen, La chica del tren es un thriller lento que nos va metiendo de a poco dentro de una historia que le podría ocurrir a cualquier persona. Es una lectura entretenida, ideal para cuando queremos leer algo liviano y que nos distraiga de las preocupaciones cotidianas.
Tráiler de la película
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