Hoy les traigo la reseña de Dueñas del destino de Carolina Macedo. Accedí a esta novela gracias a la iniciativa Edición Anticipada de Penguin Random House.
Giuliana, una joven diseñadora de moda que vive en Milán, organiza un viaje con sus mejores amigas sin saber que ese verano cambiará sus vidas para siempre. Laura aprovecha esos días para olvidar la angustia que le provoca la proximidad de un matrimonio arreglado, y Sofía sueña con descubrir un norte a la altura de sus deseos. Una amenaza, sin embargo, pone a prueba su amistad y coraje, entorpece todos los planes y las obliga a escapar cuanto antes del peligro. Es entonces que llega el amor para enriquecer sus vidas con un nuevo rumbo. Gracias a la pasión, la familia, los amigos y su propia experiencia, las tres protagonistas de Dueñas del destino, la sorprendente primera novela de Carolina Macedo, se apropian del presente, desafían el porvenir y se lanzan a lograr imposibles.
Cuando recibí el libro y vi que tenía más de 600 páginas pensé que iba a demorar un montón en leerlo, pero lo leí rápido. Está escrito de una forma muy sencilla y no se puede soltar. Una se encariña con los personajes y quiere saber cómo sigue su vida a medida que pasa el tiempo. No se puede negar que el libro es muy entretenido.
En esta novela se narran las historias de amor de tres parejas formadas por tres amigas (Giuliana, Laura y Sofía) y tres amigos (Tex, Marco y Gérard). La autora va alternando las tres historias de amor y esto hace que el libro sea muy llevadero. Me alegro de que haya hecho esto porque otras escritoras hubieran alargado la historia haciendo una trilogía con un libro sobre cada pareja.
Mis personajes preferidos son los padres de Giuliana, Lorenzo y Paulina. También me gustó Josefina, la mamá de Marco. Con respecto a las chicas, creo que con la que más me identifico es Sofía porque es la menos convencional, Laura y Giuliana son más tradicionales. En general, la visión de la mujer en esta novela es tradicional. Cuando alguna está en problemas siempre viene un hombre a salvarla.
La mayor parte de la novela transcurre a mediados de la década del setenta, pero no se nota. Salvo porque los personajes no usan Facebook ni se mandan mensajes de WhatsApp, podría ser una historia actual. Hubiera preferido una mayor ambientación histórica, por ejemplo, que se nombren cosas típicas de esa época, como ropa, música, objetos, hechos históricos, etc. Hubo un detalle que me llamó la atención: en varias ocasiones se nombra al Hospital Garrahan. A mí me parecía que este año había leído una noticia sobre los treinta años de este hospital. Busqué en Google y descubrí que al Garrahan lo inauguraron en 1987. Si bien la construcción comenzó en 1975, durante la dictadura se detuvo la construcción y se reanudó en el gobierno de Alfonsín. Me quedó la duda de si es algo que se le pasó a la autora o si se refería a otro hospital con el mismo nombre.
Dueñas del destino es una novela romántica tradicional donde abunda el instalove. Sé que a muchos lectores no les gusta esto, pero yo conozco muchas personas que me juran que la primera vez que vieron a su pareja, supieron que iba a ser el amor de su vida. En lo personal, no creo en el amor a primera vista, pero que lo hay, lo hay. El tema con el instalove es que hace que la trama sea predecible. Desde el principio sabemos que pase lo que pase, las tres parejas van a terminar juntas. A mí me gustan más las historias donde recién en el último capítulo me entero con quién se queda el protagonista.
Además de abundar el instalove, abundan los clichés con respecto a las nacionalidades: las tres chicas son italianas, Tex es británico, Marco es argentino y Gérard es francés. Y todos se comportan como uno supone que se comporta la gente de estas nacionalidades. La novela está escrita en un español neutro; inclusive los personajes argentinos usan el "tú". Yo creo que hubiera sido más realista, dejar el "tú" para los personajes extranjeros y que los argentinos usen el "vos". Se me ocurren dos hipótesis por las que la escritora hizo esto. Por un lado, pienso que prefirió unificar el uso del "tú" y, por el otro, pienso que al usarse el "tú", el libro se puede comercializar en cualquier país de habla hispana, no solo en Argentina (sé que a algunos lectores extranjeros les resulta molesto nuestro voseo).
En resumen, Dueñas del destino es una novela donde encontrarán romance, erotismo, lujo, suspenso y drama. Lo considero un libro ideal para las personas que gustan de las novelas románticas tradicionales en las que viene el príncipe azul y salva a la damisela en apuros. También me parece un libro apropiado para leer en las vacaciones de verano, cuando una busca una lectura ligera para desconectarse de las obligaciones laborales, escolares y familiares.