Este es un meme que recién leí en el blog
Lee. Sueña. Vuela de Meli, quien, a su vez, tomó la idea del blog
Mente lectora de Bea. Me pareció divertido y como estaba aburrida (el día está gris, llueve y hace frío) me puse a hacer mi propia versión. Hay que buscar en nuestra biblioteca los libros que cumplan con ciertas características. Acá va mi selección.
La edición más bonita
Elegí dos libros: To Kill a Mockingbird (Matar a un ruiseñor) y The Catcher in the Rye (El cazador oculto o El guardián entre el centeno). Del primero me gusta la tapa porque las palabras y el dibujo están hechos en relieve y además es la edición del 50º aniversario. Del segundo me gustan las letras del título si bien el diseño es bastante sencillo. A To Kill a Mockingbird lo leí este año y me encantó. Cuando terminen las clases y tenga tiempo voy a escribir la reseña. The Catcher in the Rye lo leí en el 2011 para una materia sobre literatura en lengua inglesa del siglo XX y también me gustó (en la
entrada donde hice el balance de libros de ese año hablé sobre este libro).
La edición más fea
Este es un libro que durante años formó parte de la biblioteca de mi papá y yo me negué a leerlo porque:
- El título es malísimo (no es culpa del traductor porque el original se llama igual pero en inglés: I Married a Dead Man) aunque hay que reconocer que tiene que ver con la trama.
- El diseño es lúgubre con la figura de un hombre que no se sabe si está gritando o lo están matando.
- Me imaginaba que era una novela policial negra de cuarta categoría.
Hasta que un día que estaba muy, pero muy aburrida, agarré el libro y no pude soltarlo. Resultó que se trataba de una novela de suspenso, terriblemente atrapante y con el final más superhiperrecontraabierto de la historia. Me dejó la enseñanza de no juzgar a un libro por su título o su portada.
El autor es Cornell Woolrich que firmó el libro con su pseudónimo William Irish.
Acá pueden leer sobre el escritor, al cual algunos lo consideraban el "Edgar Allan Poe moderno". Como podrán observar en la foto, el libro es bastante viejo (edición de 1949) y como se le salían las tapas mi papá lo arregló poniéndole cinta aisladora.
La edición más "tocha" (gorda)
El gran clásico de la lengua española es el libro más gordo que tengo. Tiene 1235 páginas a las que hay que agregar 101 páginas que conforman la introducción. Se trata de la edición del IV centenario que sacó la Real Academia Española junto con la Asociación de Academias de la Lengua Española y que presentaron en el Congreso de la lengua que se hizo en Rosario. El año pasado me animé y lo leí completo. Pueden leer mis comentarios sobre el Quijote
aquí.
La edición más finita
Se trata de una antología que sacó el diario Clarín para el Día de la Madre en el 2007. Está formada por poemas de reconocidos autores y tiene solamente 63 páginas.
La edición con la letra más pequeña
Este libro tiene la letra más pequeña porque es, además, el libro más pequeño que tengo. Mide 8 cm por 11, 5 cm, tiene 165 páginas y es una edición de 1938 de Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer impresa en París: una joyita arqueológica que alguien le dio a mi papá hace unos años.
La edición más simple
Además de ser el libro más finito que tengo, la antología de Clarín Homenaje a la madre: poemas tiene un diseño simple y minimalista: tapa roja con una raya blanca, el título, el nombre del diario y nada más.
La edición más siniestra o que dé más miedo
No suelo leer historias de terror aunque sí policiales así que me costó encontrar una tapa siniestra. Al final me decidí por el clásico de Stevenson El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. En la tapa hay un dibujo que intenta representar las dos personalidades del protagonista y una frase que podría considerarse siniestra y dar un poco de miedo: "Del mismo modo que el bien brillaba en el semblante de uno, el mal estaba escrito en el rostro del otro".
La edición con más ilustraciones
El libro que elegí es una versión adaptada para el público juvenil de Ivanhoe, el clásico de Walter Scott. Lo sacó la editorial Atlántida en la década del 60. Me acuerdo que lo leí a los 11 o 12 años, época en la que dejé de leer libros para chicos y empecé a leer los mismos libros que leía mi papá: clásicos y de aventuras.
La edición cuya portada no refleja el contenido del libro
Lo elegí porque desde que me lo compre en la década del 90 estoy tratando de entender el dibujo de la tapa. Parecieran ser animales, tal vez caballos (lo leí hace tanto tiempo al libro que no recuerdo si en algún cuento aparece algún caballo) pero no estoy segura. Otro libro que también se podría incluir aquí es "Me casé con un muerto" que tiene una tapa bastante ambigua y rara. Y ahora que lo pienso, este libro de Quiroga también podría formar parte de "La edición más fea" porque la tapa me parece poco imaginativa y nada atractiva.