Desde hace un par de años, comenzó a llamarme la atención la cantidad creciente de escritores autopublicados. En los primeros tiempos, eran más que nada extranjeros, pero luego empecé a notar que había varios argentinos. Debo reconocer que al principio no les di mucha importancia y no tenía ganas de leerlos. Me imaginaba que eran amateurs que escribían obras de dudosa calidad literaria. Sin embargo, la curiosidad pudo más y me animé a leer algunos libros y cuentos. Así descubrí que había de todo. Por un lado, es cierto que algunos eran muy amateurs y sus textos tenían graves errores de puntuación, gramática y ortografía, pero por otro lado, había algunos que eran de una calidad que nada tenía que envidiarle a los libros publicados por editoriales reconocidas. Para conocer más sobre este fenómeno, entrevisté a cinco escritores argentinos autopublicados: Vanina Rodríguez, Ariel Pytrell, Nathalia Tórtora, Javier Del Ponte y Melisa Ramonda.
Me intrigaba la formación de los escritores autopublicados. Una se imagina que todos los escritores estudiaron Letras, pero me llevé una sorpresa al ver que, en su mayoría, han estudiado disciplinas que no tienen gran relación con la literatura. Vanina Rodríguez estudió Hotelería y Nathalia Tórtora es licenciada en Museología y Gestión del Patrimonio. No obstante, ambas han participado de talleres literarios; incluso, Vanina coordina uno. Por su parte, Javier Del Ponte estudió Derecho durante unos años para luego cambiar y dedicarse a estudiar Psicología, carrera, que afirma, le posibilitó el ingreso al mundo de la escritura. Melisa Ramonda además de ser diseñadora, también es ilustradora y cuenta que trata de aprender lo necesario para escribir sus obras. Ariel Pytrell es el que tiene una formación más clásica, en comparación con el resto de los escritores que entrevisté, ya que sí estudio Literatura. Sin embargo, es importante remarcar que también es director y formador de actores.
Una de las preguntas que les hice a los escritores fue por qué decidieron autopublicar sus libros. La mayoría se queja de que las grandes editoriales no tienen en cuenta a los nuevos escritores. Vanina comenta que "es muy difícil llegar a una que reciba el material y que lo analice. La mayoría, si contesta, dice que tiene cerrada las puertas para recibir manuscritos”. Ariel, que es un escritor experimentado y que a diferencia del resto sí ha sido publicado por editoriales, me contó su experiencia personal al intentar publicar la novela Sombras del fin del mundo: "considero a Sombras de fin del mundo (Bindalinē 1) como «original» y «literaria», que no responde a conclusiones de análisis de marketing. Todas las editoriales, nacionales y extranjeras, que recibieron el original aprobaron todo, pero no pasó la prueba de «vendible», según los parámetros actuales de lo que debe ser un libro «publicable». Me pareció una enorme pena que una historia que me llevó desarrollar casi toda la vida (comencé a escribir la lengua Danahuacal’ate, que es la que se habla en la serie, a los diez u once años) se perdiera para siempre". Ariel remarca que las editoriales se rigen por las leyes del mercado y opina que "en los últimos treinta años los editores son más parecidos a técnicos en marketing y dirección de empresas que a su otro costado, el literario. Esto trajo un cambio radical en la forma de gestionar el mercado, de «surtir» a las «demandas» de los géneros, porque publican libros cuyo valor radica en ofrecer garantías ya probadas".
Con respecto a la forma en que autopublicaron sus libros, Ariel, Melisa y Nathalia optaron por publicar a través de Amazon. Ariel y Nathalia además utilizaron los servicios de Hesíodo, una plataforma argentina. Ambas plataformas imprimen por demanda, Según Nathalia, lo bueno de utilizar este medio es que no se necesita una inversión inicial que muchas veces los escritores independientes no poseen. En el caso de Melisa hay que destacar que ella misma se encarga del diseño, edición y maquetación de los libros mediante su propio emprendimiento, Dark Unicorn Ediciones. Vanina y Javier, por su parte, optaron por editoriales argentinas que publican libros de escritores independientes, como Tinta Libre y Thelema. Nathalia también utilizó este tipo de editoriales, en su caso, la ya nombrada Thelema y Ediciones de la Grieta. Le pregunté a Javier si en Rosario había posibilidades de autopublicación y me nombró a Baltasara Editora y a Laborde Editor.
Les pregunté a los escritores cuáles eran las desventajas de la autopublicación y coincidieron en cuatro puntos negativos: el alto costo económico, las múltiples tareas que debe realizar el escritor, la falta de distribución y publicidad, y el desprestigio que tienen las ediciones de autor. Ariel considera que "es durísimo para un autor, por más experiencia que tenga en el mercado editorial, traccionar su propio libro sin, prácticamente, mucha inversión". Vanina afirma que "la autogestión implica resignar horas de escritura para convertirse en el responsable de publicidad, prensa, organización de eventos, edición de videos, diseñador, etc". Melisa opina que "tener el aval de un sello editorial conocido y que haya publicidad a un nivel más importante siempre ayuda a vender mucho más que la promoción que uno puede hacer. El autopublicado está limitado de muchas formas, la venta del libro en papel es la que más sufre porque si la gente no lo ve en su librería amiga, no se va a meter en internet a comprarlo, muchas veces es compra por impulso". Algo similar nos cuenta Nathalia: "los libros autopublicados no llegan a las librerías ni tienen publicidad en ningún lado. Los lectores no saben de la existencia de un montón de libros independientes que seguramente les encantarían. Y aunque los conocieran por verlos en algún blog, no los podrían conseguir porque no están en librerías. Esto es un problema especialmente para quienes nos dedicamos a escribir literatura juvenil. El adolescente promedio no tiene la posibilidad de comprar online o de viajar de una ciudad a otra por un libro". Según Javier,
hay "varios factores que convergen para que el trabajo del autor independiente sea difícil y poco valorado. Por un lado, lo que yo llamo como falta de riesgo editorial. ¿Qué quiere decir esto? Que las grandes compañías editoriales han dejado de buscar la novedad en las penumbras, hoy se limitan a tomar fenómenos en expansión y añadirle todo su aparataje publicitario y de difusión para que aquellos fenómenos alcancen tamaños mundiales (y que por otro lado, muchas veces esos fenómenos distan mucho de ser literatura de calidad, me reservo los ejemplos). Por otro lado, y en consecuencia del primer factor, está la falsa creencia de que aquello que no ha tomado trascendencia, que no tiene un sello editorial importante, no tiene la calidad suficiente".
Pero no todo es negativo. Entre las ventajas, podemos citar que el escritor puede controlar todo el proceso de publicación y no recibe presiones por parte de las editoriales. Nathalia opina que "una de las ventajas de ser independiente es que nadie te corre con fechas de entrega o con qué es lo que deberíamos estar escribiendo. Un escritor independiente tiene la posibilidad de experimentar nuevos géneros, tomarse su tiempo, encajonar proyectos para más adelante y manejar sus horarios como prefiera. Además, el escritor independiente es dueño de su obra y puede publicarla cuantas veces quiera con distintas editoriales o servicios de impresión porque es dueño de sus propios derechos". Vanina destaca además las distintas iniciativas que están surgiendo para que los escritores autopublicados puedan aunar esfuerzos e intercambiar sus experiencias, como LEA (Literatura de Escritores Argentinos), una iniciativa que lleva adelante junto con Javier y Gabriel Sosa.
Ante la pregunta de si les gustaría que una editorial conocida publique sus libros, la mayoría contestó que sí. Melisa afirma que "mientras sean serios conmigo y respeten mi trabajo, yo me animaría a trabajar con una editorial. Todo depende de lo que ofrezcan. A mí me interesa la distribución del libro físico más que cualquier otra cosa, en este momento, porque es algo que no tengo". Nathalia cree "que
sería interesante tener una novela publicada a gran escala, con buena
repercusión y que gracias a esa sola novela los lectores pudiesen llegar a todas
las demás, que seguirían siendo independientes. Es un sueño un tanto utópico,
pero uno nunca sabe qué le depara la vida". Por el contrario, Ariel, que varias veces fue publicado por editoriales, cree que, a pesar de las desventajas, seguirá publicando en la modalidad de autoedición. Se muestra muy interesado en Amazon.
Escribir esta entrada fue una gran experiencia para mí. Me llevó varios días de producción. Tuve que pensar las preguntas, contactar a los escritores y redactar la entrada. Me sirvió para dejar de lado los prejuicios iniciales que tenía con los escritores independientes, ya que aprendí que hay una gran cantidad de trabajo y esfuerzo detrás de un libro. Además, admiro la pasión por la escritura que los alienta a seguir adelante a pesar de las adversidades para poder cumplir su sueño. Gracias a esta entrada, también descubrí que me gusta hacer entrevistas, por lo que más adelante proyecto contactar a otros escritores. Y también a varios traductores para que me cuenten sus experiencias. De forma mensual voy a ir publicando las cinco entrevistas que hice para esta entrada. ¡No se las pierdan!
Excelente nota. Es realmente interesante poder leer qué es lo que otros autores en mi situación opinan sobre estos temas. Gracias por darme la posibilidad de participar. Saludos.
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias, Sol, por invitarme a dejar mis experiencias y opiniones junto a la de tan talentosos colegas!¡¡La nota quedó buenísima!! *_*
ResponderEliminarHola Sol! Me ha encantado la nota, actualmente tengo una editorial que ayuda a los escritores que autopublican y yo actualmente estoy por publicar. Queriamos saber si podiamos publicar la nota para incentivar el mundo de la autopublicación! Esperamos tu respuesta, un beso enorme1
ResponderEliminarHola, Lucía! Sí, te doy permiso para publicar la nota. Después mandame el link :) Besos!!!
EliminarMe gusto demasiado tu entrada, tengo Tinieblas de Javier del Ponte, y aunque aun no empece con el le tengo muchas ganas, besos!
ResponderEliminarHola Soledad, yo sentía el mismo temor al principio y me hacia preguntas bastante similares hasta que me animé y comencé a escribir proyectos viejos. Eso hizo que vea el panorama desde otro punto de vista y fue asi que conocí a Melisa y otras escritoras autopublicadas.
ResponderEliminarHay buenos materiales que circulan sin editorial y es verdad que las editoriales buscan lo que "garantiza" la venta, aunque varias digan que en realidad estan trabajando con X proyectos porque se pueden ingresar en la comunicación social del momento.
Me gustó la entrevista que hiciste y me voy a anotar los demas autores que no conozco.
¡Besos!
Muy interesante la entrada. La verdad está bueno conocer el mundo de la autopublicación, y saber que existen buenos libros que no tienen publicidad y no son conocidos. Muy lindo post.
ResponderEliminarSaludos
http://obsesionliterariareal.blogspot.com.ar/
Hola, me gustó mucho tu entrada, he leído muy pocas entradas como esta y sin duda a mí me gustaría autopublicar mi libro (cuando lo acabe claro). Saludos, nos estamos leyendo. http://mividaenprogreso.blogspot.mx/
ResponderEliminarMuy buena las estrevistas :)
ResponderEliminarMuchas gracias por este panorama del mundo de la autopublicación. :)
Saludos
http://mysticcreaturesinthewoods.blogspot.com/
Excelente entrada! Te felicito por todo el esfuerzo que le pusiste. Es cierto que hay veces que el prejuicio gana y uno se inclina más por los libros publicados por grandes o reconocidas editoriales, pero sin duda se pueden encontrar historias maravillosas y grandes escritores. Ansiosa por buscar a los autores que nombraste y de investigar un poco más!
ResponderEliminarSaludos :)
Gracias por la nota, se nota el esfuerzo, y me permitio llegar a autores y blogs que desconocía.
ResponderEliminarSaludos!